La Dra. María López Gil, especialista
en Electrofisiología y Arritmias del Hospital
12 de Octubre de Madrid.
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Eva Fariña
La Dra. María López Gil, especialista en Electrofisiología y Arritmias del Hospital 12 de Octubre de Madrid, ha analizado para Publicación Médica de Cardiología sus principales conclusiones tras la realización de más de 20 intervenciones con el Robot Amigo: “Es un nuevo sistema de navegación robótica que permite la manipulación del catéter a distancia, desde la sala de control. Las ventajas para el profesional son claras, ya que disminuye la exposición del operador a la radioscopia, y su nivel de fatiga durante el procedimiento, ya que puede realizarlo sentado en la sala de control. A diferencia de otros sistemas robóticos, no requiere la instalación de una sala de intervención especial, ni la utilización de vainas especiales para la manipulación del catéter”.
El sistema está compuesto por un brazo robótico, instalado sobre la mesa de operaciones, que es adaptable a cualquier sala de Electrofisiología, y que está conectado mediante un prolongador eléctrico al controlador, con el que se pueden realizar todos los movimientos del catéter con un mayor nivel de precisión que el movimiento manual. No requiere la utilización de catéteres de ablación especiales, ya que es compatible con algunos de los habitualmente utilizados.
“Aunque nuestra experiencia todavía es limitada, los resultados son muy positivos”, ha indicado la Dra. López Gil. “Los procedimientos de ablación realizados con el robot han sido exitosos y no ha habido ninguna complicación. Además, nuestra sensación es que se consigue un mayor control de los movimientos del catéter de ablación, los hace más reproducibles y mejora el contacto con el miocardio, con lo que se puede disminuir el tiempo de procedimiento. En este sentido, estamos poniendo en marcha un estudio en colaboración con otros centros para comparar los resultados de la ablación robótica con la manual en la ablación del flutter común”.
Para cualquier procedimiento de ablación
Esta cardióloga ha comentado que “el aprendizaje del manejo del mando controlador es muy rápido para un especialista con experiencia en la ablación manual”. “En nuestro hospital, la mayoría de las intervenciones realizadas han sido de ablación de flutter común, aunque se puede utilizar para cualquier procedimiento de ablación, incluso para los más complejos, como la ablación de fibrilación auricular. Es en estos procedimientos donde probablemente serán más manifiestas sus ventajas para el operador, ya que en ocasiones son intervenciones prolongadas que suponen un alto nivel de fatiga y de exposición a radiaciones ionizantes”.
El brazo robótico con el catéter de ablación colocado.
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El manejo del mando se puede realizar desde la sala de control.
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